Me levanté temprano una mañana y me predipité derecho en el día.
Tenía tantas cosas que hacer que no tuve tiempo para orar.
los problemas se me echaron encima, cada trabajo parecía más laborioso. ¿ Porqué no me ayuda el Señor? me preguntaba..... Él contestó: " no me lo pediste".
Quería ver alegria y belleza pero el día fué cansado, gris y frio. Me preguntaba porque Dios no me lo mostraba. Él me dijo : " pero tú no lo buscas".
Intenté llegar a la presencia de Dios, usé todas mis llaves en la cerradura.
Dios bondadoso y cariñosamente clamé : " mi pequeño, no llamaste".
Me levanté temprano esta mañana y me detuve antes de acometer el día.
Tenía tantas cosas que hacer que tuve que tomar tiempo para ORAR
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