martes, 1 de noviembre de 2011

Como pocos días

Voy a contaros la historia de Herb Geller , un converso de relativamente poco tiempo en la IglesiaPoco después que él y su familia se habían convertido, iban un día en auto su esposa, su hija y su suegra. Un joven que se había emborrachado para "celebrar" el nacimiento de su primer hijo-  !qué ironía!-chocó el auto causando la muerte de las tres mujeres.
!Tan nuevo en la Iglesia y tan pronto probado! Pero, en medio de esa angustia que nosotros sólo podemos en parte imaginar y siendo la clase de cristiano que es, el hermano Gellert comprendió que, a pesar de todo lo que él sufría, había alguien que sufría aún más; el joven que había provocado la muerte de aquellas tres personas. Por lo tanto, consiguió la dirección del joven y fue a verlo. Al abrir la puerta y ver de quién se trataba, el joven retrocedió con temor pensando que el hermano Geller había ido a vengarse. Pero éste lo tranquilizó, diciéndole: " No tema, He venido a decirle que lo perdono por lo que hizo". Llorando, el joven se echó en sus brazos. Más tarde, el hermano Geller fue al juicio a testificar a favor de él, una persona que no era miembro de la Iglesia. También le dió una bendición.
¿Y por qué todo eso? Porque Herb Geller sabe que el perdón es una parte del evangelio y que, o tomamos cada uno de sus principios con seriedad, o nunca pasará a formar parte de nosotros

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