Un hombre vino un día y me contó que había oído decir que ciertos hombres aparecieron misteriosamente a un grupo de obreros del templo y les dijeron: "Deben apresurarse a almacenar suministros para un año o dos, o para tres, porque viene una temporada en la que no habrá producción".
El hombre me pidió mi opinión al respecto y yo le pregunté: "¿ Estuvo usted en la conferencia de abril de 1936?".
"Respondió: " No, no pude asistir".
" Y le pregunté: " Entonces, seguramente leyó usted el informe de todo lo que se dijo allí".
"Respondió que no lo había leído".
" Le dije: "Pues en aquella conferencia el Señor efectivamente dió una revelación concerniente al almacenamiento de suministros. Pero ¿cómo puede el Señor mantenerlo a usted al corriente de Sus designios si usted no está presente cuando El se comunica, ni se toma la molestia de leer ducha información después?".
Un mandato a los maestros de religión pag 138
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