Resulta paradójico pensar que el hombre está dispuesto a dedicar tiempo diariamente, durante años y años, a aprender una ciencia o un arte; y, sin embargo, espera obtener el conocimiento del evangelio, que comprende todas las ciencias y todas las artes, por medio de ojeadas superficiales a los libros y a alguno que otro discurso.
El evangelio debería estudiarse más intensamente que cualquier materia académica.
Evidences and Reconciliations.
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