miércoles, 14 de septiembre de 2011

Joseph F. Smith




Me regocijo porque he nacido para vivir, para morir y para volver a vivir.
Doy gracias a Dios por esta inteligencia...
No tengo razón para llorar ni por causa de la muerte.
Es cierto, soy lo suficientemente debil como para llorar por la muerte de mis amigos y parientes...pero no tengo motivo para lamentar ni para estar triste `porque llega la muerte al mundo.
Me estoy refiriendo ahora a la muerte temporal, la muerte del cuerpo.
Se ha desvanecido todo temor de esta muerte entre los Santos de los Ultimos Dias.

Doctrina del Evangelio pag 422

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