viernes, 2 de diciembre de 2011

La piedra

Soy nada más que una piedra pequeña. verás pronto lo que digo.
Tengo un propósito aquí en la tierra.
quiero que conozcas a mi mejor amigo.
Si no es molestia voy a presentártelo.
Esta noche será una noche muy especial.
Quizás esto te sorprenda un poco;
este amigo es tu Padre Celestial.
Si me pones encima de tu almohada
y un día te vence la pereza.
cuando ya quieras meterte en la cama....
!Cloc! sentirás así un golpe en la cabeza.
Ahora, piensa antes de enfadarte...
" Te pegué, por una buena razón,
a tu padre quería allegarte".
Arrodíllate pues, en humilde oración
Pero mi deber aún no se ha terminado.
Ponme ahora en el suelo, cerca de donde estás
cuando el sol se levante y saltes animado...
!Plaf!, otro golpe, tal como anoche, recibirás.
Puedes pensar que toda mi existencia
solo te causa penas y dolores.
Piensa que el Padre su amor y su presencia
serán tu bendición y tus valores.

Recuerda:
Cuando de alguien necesites compañia
arrodíllate en humilde oración
Él está atento, escuchando noche y día
y el único precio es la sincera intención.

                   Firmado:
Tu piedra de oración